Cuestion de fe (y de perspectiva)

Hoy en la mañana le comentaba a Damián sobre un periodiquín que llega a la casa desde que tengo uso de memoria.
En el, sistemáticamente, no he leído mas que quejas durante los últimos años.
Una, tras otra, tras otra:

"Las guarniciones están menos amarillas! (qué escándalo!) la basura pasa a las 8.37 en vez de a las 8.30! (7 minutos más de gestación de una rata neonata), un taxista me pintó finger! Hago responsable al Presidente Municipal! ….

No es que yo viva en Disneylandia, pero tampoco es la Apocalipsis pues.

Lo que percibo en la gente citadina clasemediera (al menos la que escribe en ese diario local) es una sistemática y afinadísima capacidad para detectar y enfocarse en lo malo, lo ineficiente, la queja, la falta, etc.
Insisto, no es que todo sea rosa, pero ¡Vamos! estadísticamente es improbable que todo sea una caca.

Porqué se ha desarrollado tanto la percepción hacia un solo lado? El mundo es como lo percibimos, dicen por ahí.

Estamos puestísimos para mentar madres, quejarnos de que hace mucho calor/frío, de que llueve/no llueve, de que tenemos mucho/no tenemos trabajo, de que la comida esta caliente/fría, (si está buena está cara), de que el servicio es ineficiente/, de que Telmex/Telcel/Banamex/WalMart/Pemex/PAN-PRI-PRD/Selección Nacional/Microsoft y Zapatos Coppel Canadá/ son un bodrio, etc, etc, etc.

Quejas, quejas, quejas...Somos la queja más rápida del oeste. (del este, norte y sur)

Si tan panters y tan afilados, porque no se crea la misma disposición para apreciar un día soleado, agradecer a alguien que te dejo pasar en el tráfico, a un mesero que dió un buen servicio, a un microbusero decente (sí, sí los hay) a ofrecer un elogio a alguien que hizo bien su trabajo (o así nomás de pantalones), a ver lo que SI funciona? (por escaso que sea)

A veces las cosas malas son apabullantes. Pero las cosas buenas también lo pueden ser. Es cuestión de dónde ponemos nuestra atención.

Mi mamá me enseñó un dicho que siempre me ayuda a recuperar la perspectiva: "Yo me quejaba de no tener zapatos, hasta que ví a alguien que no tenía pies"

Cúantas veces ni siquera valoramos la salud, la libertad, los amigos, las facilidades, (y el amor!) que tenemos T O D O S los días?

Y para muestra, basta un botón: Los pescadores que rescataron casi llegando a Australia después de 9 meses a la deriva , demostraron que aún sin sus Coppel Canadá nunca perdieron la fe.

Explicaban que habían sobrevivido en una lancha de 6 x 3 metros, comiendo pescado y gaviotas crudas, y que a veces pasaban hasta 15 días sin comer.

En la entrevista que les hicieron por la radio, le preguntaban a uno de los sobrevivientes: "Y usted nunca perdió la esperanza?" - "Por supuesto que NO", respondió.
Y ahora que regrese a casa, va a volver a pescar? No le va a dar miedo? - "Pues claro! porque me habría de dar miedo?"


No hay que esperar a estar perdidos en el mar, a perder la salud o a estar en Big Brother VIP para valorar las cosas buenas que se tienen.

Quejarse y sufrir es un hábito (bastante improductivo, por cierto).

De las poquísimas cosas de las cuales tenemos un control verdadero es de cómo percibimos la realidad, y de qué hacer respecto a ello.
Será bueno ejercer nuestra permanente capacidad y libertad de elegir.

Si no gusta un servicio, se cambia a otro y ya. (opciones hay miles, además de ser un gran advertencia para el proveedor deficiente) Si no te gusta este blog, no lo leas! si se está en una relación tormentosa, pos déjala! (no seas codependiente chinga), y si te quejas... pues has algo al respecto.

Ah! y si algo te gusta, dilo. :)

Que tal cambiar una queja por apreciar algo bueno?


Paaaare de sufrir!!!!!


Cualquier queja sobre este blog anti-quejas, Telmex/Telcel/Banamex/WalMart/Pemex/
PAN-PRI-PRD/Selección Nacional/Microsoft y Zapatos Coppel Canadá/ favor de remitirla por triplicado, con hoja rosa sellada, CURP y certificado anti gripe aviar al departamento de asuntos sin importancia más cercano a su localidad.